Inteligencia Emocional, nueva competencia laboral
“El mayor descubrimiento de nuestra generación fue darse cuenta de que nuestra realidad puede cambiar a través de cambiar nuestras actitudes mentales”.
William James
Entrenarte en Inteligencia Emocional te desarrolla en habilidades críticas para el éxito personal y profesional. De acuerdo con una investigación de Fortune 500, se afirma que alrededor del noventa por ciento de los colaboradores de alto rendimiento tienen una inteligencia emocional desarrollada (también conocida como EI o EQ).
La investigación muestra que aquellos con alta Inteligencia Emocional tienen más éxito en un equipo, liderazgo y organización y es más importante que la experiencia o la capacidad técnica en cualquier nivel de la organización.
Las personas con mayor Inteligencia Emocional pueden mantener la calma bajo presión. Resuelven conflictos de manera efectiva y demuestran empatía hacia sus compañeros de trabajo.
La Inteligencia Emocional afecta la forma en que maneja el comportamiento y trabaja a través de las complejidades sociales. Influye en cómo maneja el estrés, toma decisiones y logra resultados positivos.
Desarrollar tu Inteligencia Emocional te ayudará atener una mayor conciencia de ti mismo y de los demás; adquisición de las habilidades básicas de la Inteligencia Emocional saludable, como los son habilidades de escucha y comunicación afectiva y efectiva; comprensión y aplicación de cómo manejar reacciones emocionales; comunicación afectiva en situaciones difíciles; toma decisiones más funcionales; resiliencia; crecimiento en la empatía y confianza; cohesión con el equipo fomentando la colaboración; incremento de la tolerancia al estrés; mejoramiento de la comunicación interpersonal.
Los profesionales emocionalmente inteligentes predican con el ejemplo y son capaces de crear entornos saludables a través del desarrollo de las habilidades interpersonales, lo cual es ya un activo destacado en cualquier organización.
Las nuevas competencias laborales: La inteligencia emocional
El Fondo Económico Mundial y Forbes, solo por nombrar algunos ejemplos, anuncian en artículos recientes (2019) que la Inteligencia Emocional será una de las principales competencias tomadas en cuenta para contrataciones en un futuro cercano.
Lo anterior nos habla de un equilibrio del hemisferio derecho del cerebro en relación al hemisferio izquierdo; ya que ahora nos presenta la realidad social, familiar y económica desafíos que, más que buscar en la experiencia (el deber ser), busca nuevas propuestas sobre la crisis: ¿cómo podría ser mejor y diferente?, ¿cómo nos gustaría sentirnos y qué tendríamos que hacer para lograrlo?
Es un cambio histórico que se viene formando desde que la mujer se integró a la vida laboral, después de la primera guerra mundial, que más que ser un feminismo, es un Humanismo Integral, en el que el hombre está incluido.
Con esto, nuestro reto como profesionales y ejecutivos es ayudar en este eslabón histórico y de transición social; es un reto cultural en el sentido de que nos hemos formado y educado en una cultura del malestar y de juicios de valor. No hemos dado mayor importancia a la sabiduría contenida en las emociones.